jueves, febrero 15, 2007

Amor de hoy

Anoche no pude dormir y hoy me levanté muy temprano. Me hice un café y salí a tomármelo en el patio; Mientras sentía el sereno que se evaporaba, el sol, pálido y desganado, se fue asomando poco a poco y, mientras tanto, mis vecinos se fueron yendo a sus trabajos. Viejos y jóvenes fueron desfilando por la calle, todos con la vista hacia delante, sin cuestionar a su destino.

En la noche yo me había ido a la cama con un pensamiento atravesado, que retumbaba en mi cabeza y yo era incapaz de acomodar; pensé en el pasado, pensé en el presente y no quise imaginarme lo que luego pasará.

Recordé como el amor vino y luego se fue muchas veces. En el creí y deje de creer pero luego siempre creí otra vez. ¿Cuantas veces se puede uno enamorar?

Al amor lo conocí primero de mi madre y cuando crecí lo espere mucho tiempo, más cuando vi que no venía me fui a buscarlo. En verdad que tuve suerte.

Siempre he amado con fuerza y de maneras diferentes y, a veces, hasta he de huido de él pero ha sido entonces cuando más me lo he encontrado. Lo he visto en lados y en todos los seres. Por eso al amor me he rendido y lo he dejado crecer, no hay nada mejor en que creer.

El sol me pegaba en la cara, tibiamente, y se me ocurrió que el amor y el sol tienen algo en común, se van continuamente pero reaparecen de nuevo una y otra vez. Creo que por eso en las mañanas, como mis vecinos, casi todo mundo se levanta y se va sin protestar, por que saben que por el amor hay un precio que pagar.

Y los que no lo hacen mantienen siempre la esperanza, de volvérselo a topar. Aunque digan: eso no me pasa; y piensen: eso lo debo de ocultar.

No hay comentarios.: