jueves, noviembre 02, 2006

Taller 8




La 2da. Postal
Construcción del Ambiente
En la clase pasada Martha, repartió postales entre los asistentes. Ana, Claudia, Irma, Leticia, la propia Martha, El Verde, y Juan José (ese soy yo) fuimos los tallerandos asistentes ese día. Yo elegí una postal en la que aparece una pintura de Picasso; la obra se llama Maya in a Sailor Suit y es una niña pintada muy al estilo de ese pintor. Sobre ella tenía yo que escribir algo para hacer ver que le estaba enviando la postal a algún conocido.
Miré la postal y pensé en alguna posibilidad. Luego de unos instantes me vino a la cabeza una idea y fue entonces que escribí lo siguiente:

10 de octubre de 2006
Querida Hermana:
Antes que nada espero que hayas salido bien de tu operación y que te estés recuperando favorablemente. He querido enviarte esta postal con un retrato de la pequeña Sara para que tengas idea de lo bien que se la esta pasando con nosotros. Así como se ve ahí es como se la pasa todo el día: brincando de un lado a otro y persiguiendo mariposas; gritando: ¡tío, tío! a cada instante y ¡Abuela! Cuando le viene el hambre. Bueno, por ahora me tendré que despedir pues tu hija corre por el patio y no la debo descuidar. Bye.
Con Afecto, Tu hermano menor.
Posdata: Te esperamos ahora que te den de alta; te vienes derechito para acá.

Entonces, como Martha siempre tiene la última palabra, se le ocurrió que deberíamos de describir el ambiente en el que se encontraba la persona que escribió ese texto. Al respecto inventé el siguiente párrafo:

La mañana es fría, con bruma, yo sentado en el porche de la casa escribo sobre la mesa de patio. No sé que escribirle a mi hermana en la postal. Volteo a mi alrededor y ni las macetas colgantes con sus flores ni el piso de ladrillos encontrados me inspiran a escribirle algo. Tampoco los marcos blancos sobre las paredes amarillas de la casa de mi madre me logran inspirar. Suspiro y escucho a los pájaros recibir la mañana. De pronto la risa de mi sobrina me saca de mi preocupada concentración: ¡Ya lo tengo! Sobre ella le escribiré a mi hermana.

Pero como dije, la coordinadora es quien tiene la última palabra y hagas lo que hagas siempre tiene algo que decir. En ese contexto nos pidió que escribiéramos sobre un cambio en el ambiente. La condición: de pronto se oscureció. A mí se me ocurrió desarrollar el ejercicio de la siguiente forma:

Apenas termino de escribir la postal y comienzo a ver algunas gotas pintadas sobre los ladrillos. El cielo se va ennegreciendo y ahora veo las gotas caer. Son gotas grandes y pesadas, tal vez se avecina una tormenta. Comienzo a buscar a Sarita y en el jardín no aparece. ¿Cómo puede ser si hace un minuto estaba ahí? Ni entre los rosales ni tras las margaritas. Tal vez la encuentre bajo las espesas ramas de los obeliscos. De pronto se escucha un gran estruendo. Es un relámpago que sacude mis tímpanos. Trató de reaccionar pero el sonido no se va de mis oídos. La lluvía está arreciando. Aguanto un poco para ver que pasa y descubro que el aturdidor sonido del relámpago poco a poco se transforma en llanto. Es el llanto de Sarita que asustada por el trueno corre hacia mí.

Después de la ronda de lecturas de nuestros ejercicios Martha aún no se da por satisfecha y nos pide que desarrollemos ahora un elemento más: que de pronto se escuche un fuerte sonido, como un disparo o algo equiparado. No me cuesta mucho idear algo y entonces escribo lo siguiente:

Con Sarita en mis brazos me siento tranquilo, me relajo un poco y camino hacia el porche. Sarita está seria, muy quietecita, seguramente cansada después de tanto correr. Abro la puerta de screen y antes de que termine de abrirla se oye otro estruendo pero este no viene de afuera sino de adentro. Parece como si un arma se hubiese detonado. Siento a Sarita estremecerse y yo me estremezco con ella. El ruido ha sido tal que nos ha exaltado. Abro la puerta y no veo nada raro. Todo se ve en calma. Lo único que notó es la luz de la cocina encendida y a ella me dirijo. Al entrar no reconozco el lugar en que me encuentro, veo a mi madre y la pared salpicada de rojo. Intento comprender lo que ha ocurrido. Con la mano sobre el pecho mi madre me explica lo que paso: su olla Express ya no aguanto tantos caldos y estalló. Ahora Sara tendrá que comer otra cosa.

Para variar, Martha quiere más, pero ya la clase debe terminar así que nos deja tarea. Esta consiste en incluir en la escena desarrollada a un nuevo personaje. La condición que sea conocido de la persona a quien enviamos a postal pero no de quien la escribe. Abrá que inventar algo para la ocasión.

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