miércoles, diciembre 06, 2006

La Ruta de los Sueños V

La Catedral de St. Catherine & Mauricious

Después de salir de la Zitadelle nos dirigimos al Dom zu Magdeburg, que es el nombre alemán con el que se le conoce a la catedral de la ciudad; lo primero que hago es buscar asiento para poder apreciar por unos minutos tan grande edificación, no caben tan fácilmente en mis ojos tantos ladrillos apilados y unidos por la fe; mientras la veo, un poco incrédulo de que pueda existir algo así en una ciudad que me dijeron era pequeña, sobre todo porque no alcanzo a imaginar que me espera ver en otras ciudades, me voy enterando que esta fue la primer iglesia gótica que se construyó en Alemania y data de entre los siglos XI y XIV, cuando Magdeburg estaba entre las principales ciudades de Alemania, incluso antes había sido la sede del rey Otto I, rey de Alemania, por lo que se puede decir que fue su capital. Es la iglesia más alta de la ex Alemania oriental con casi cien metros de altura y en toda Alemania sólo hay dos iglesias más grandes que esta. Por fuera se puede apreciar su sobrio estilo gótico, con muchas figuras de monstruos en los bordes del techo, según me han explicado estos demonios están ahí recibiendo como castigo eterno el tener que echar afuera el agua de la lluvia cuando escurre por los techos. Tiene dos altas torres que alojan los campanarios, uno de los cuales está siendo reparado. Después de apreciar sentado desde una banca en la plaza nos dispusimos a entrar en ella. Adentro, el aire de sobriedad es aún más intenso y se acentúa por los grandes pilares que sostienen un techo que queda muchos metros arriba de nosotros, creando un espacio que ahoga los sonidos. Sin embargo, a pesar de lo silencioso del ambiente la iglesia estaba llena de gente, hemos ido en día feriado y no se puede caminar, afuera me había percatado de la presencia de muchos autobuses que han traído gente de visita y al entrar lo he podido constatar, por ello decidimos regresar otro día, cuando se pueda apreciar con más calma y libertad.


Atrás de la iglesia está un pasadizo con escalones. Ahí está un arco y una barda muy gruesa, de cuando la ciudad estuvo amurallada. Entonces afuera de los muros sólo vivía la gente pobre y aquellos que olían mal, es decir, las personas que se dedicaban a la pesca y a trabajar el cuero, además, esta gente debía de vivir del lado oeste, porque los vientos por lo general soplan desde el este, de esa manera los olores no llegaban a la ciudad. Después de atravesar un bonito jardín subimos una escalinata y nos encontramos sobre una vieja parte de la muralla que ahora funciona como paseo pedestre y desde ahí vimos el río Elba, para mí fue apenas la segunda vez que lo veía, la primera vez fue desde el auto en que llegué. Desde ahí se podía ver también la parte trasera del Dom y una entrada con un gran arco por donde un día pasó Martín Lutero, quien vivió ahí durante la época de reforma de la Iglesia, cuando hubo una larga guerra tras la cual la catedral de Magdeburg paso de ser católica a protestante.
Poco después paseamos por la von Steuben Straβe, que es una calle que esta en uno de los barrios más bellos de Magdeburg, donde hay casas preciosas, aparte de elegantes, grandes y con lindos jardines entre ellas una en la que vivió Paul von Hindenburg, quien fuera presidente de Alemania antes de la llegada de los nazis. La calle lleva el nombre de un general prusiano que es héroe en los Estados Unidos, a donde llevó la disciplina militar de su país y organizó las tropas de George Washington convirtiéndose en gran amigo suyo. Al final de la calle encontramos su estatua, de aspecto fuerte y con la ropa de la época, me recordó un poco la figura de Napoleón, aunque claro, él, por ser prusiano, más bien pudo haber sido su enemigo.

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