sábado, junio 24, 2006

México en el mundial


Después de que la selección ha jugado dos partidos más de fútbol me he dado cuenta de lo poco que sé de esto. Yo había pronosticado un 2-0 en contra de Angola pero no paso de un olvidable empate a ceros. Peor se puso la cosa cuando tocó jugar contra Portugal: se perdió. Yo ví las cosas con asombro; me parecía que el equipo estaba para más, a pesar de tener uno menos durante mucho tiempo tuvieron muchas oportunidades, fallaron todas excepto una. No fue suficiente. Lo peor es que se cometieron muchos errores, creo que algo anda mal con el estado anímico de los jugadores, tal vez si es cierto que los trae desorientados el director técnico puesto que cometieron demasiados errores lo cual es un muestra de que otras cosas los desconcentran. Y la verdad es que si dan para pensar e inquietar las actitudes que asume el entrenador: un día se lleva a su yerno aunque no juegue, otro se pelea con los reporteros, otro fuma en la cancha, otro aparece solo en el cancha sin ningún auxiliar que se le acerque y, por último, tiene la brillante idea de arrojar agua a los periodistas. Muchos dicen que es él la razón de que esto pase y aunque “cuando el río suena, agua lleva”, yo no me atrevería a juzgarlo nada más para encontrar un culpable, en todo caso, deberían ser los mismos seleccionados los que lo denunciaran, al fin y al cabo ellos son los que juegan y lo tiene que aguantar. Si no lo hacen es su problema. En el deporte quien hoy es villano mañana puede ser héroe con un buen resultado. Nosotros como mexicanos lo que esperamos es que si están ahí es para jugar bien y ponerle todas las ganas posibles. Creo que esos jugadores, por encima de cualquier cosa o situación, el ser mexicanos los hará jugar con ganas, dejaran todo ahí y confío en que saldrán a darlo todo. Y el resultado del juego no será responsabilidad de nadie más que de ellos, de su capacidad y entusiasmo. Yo, como buen aficionado al fútbol, los voy a apoyar y espero de ellos el mejor resultado, por que se que si pueden aprovechar esa oportunidad y hacer feliz a todo un país. Ya no me atrevo a decir un marcador, el partido será difícil pero México ganará.
No es que quiera ahora hacerla de comentarista deportivo, no. Simplemente quiero dejar constancia de que he vivido el momento, que esa es en sí la razón de los deportes: vivir el día de la mejor manera, ser el mejor hoy. Las estadísticas no son tan importantes pues no son más que números, pero por medio de cualquier deporte podemos vivir el presente con intensidad, aunque ya mañana esto que ocurra tenga poca importancia, ya será historia.
Así que mañana miraré el juego de la selección en contra de Argentina y luego volveré para escribir celebrando la victoria.

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