martes, abril 24, 2007

País enfermo

Estados Unidos está enfermo de poder,
y ya ha perdido el piso con sus guerras.

Y, mientras tanto, ¿Nosotros qué hacemos?
¿Acaso no es al enfermo o descarriado a quien debemos apoyar?

Si es así, a los malos de ese país hay que ayudar,
para que curen su ambición y enseñarles como amar.

¿Acaso como hijos de Dios no es ese nuestro mandato?
Amarlos los unos a los otros aunque sea sólo a ratos;

Hay que hacerlos recapacitar, a ver que es falso su escaparate,
pues han puesto al mundo de cabeza con tanto disparate;

Yo he visto americanos muy sanos,
hasta viven en México algunos y se dicen, encantados;
Pero no son todos, son los menos.
Allá aún quedan muchos, que creen que ellos son los elegidos.

A esos hay que ayudarlos a ver bien, a ser sencillos,
para que, por lo menos, unos cuantos sigan vivos.