miércoles, abril 11, 2007

El poeta desatado presenta una tragedia títulada:

Amanecer fúnebre entre tus brazos

La mañana fría, el viento helado,
tus labios tiesos, tu corazón parado;
tu mano dura, tu cabello despeinado,
tus ojos secos y tu vientre congelado.

Tardo en comprender lo nunca imaginado
pero ¿qué pudo ser? ¿acaso te he fallado?
Mi primera reacción fue romper en llanto
¿por qué te fuiste, si es que te quiero tanto?

No alcance a percibir tu fugaz partida
¿A dónde te has ido, pedazo de mi vida?
¿Por qué ha sido así? ¿por qué en triste huída?
¿cómo llamarlo, entonces, si no hubo despedida?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Emotivo, desgarrador, sincero

Juan-Jo dijo...

Gracias por visitar este blog.

Juan-Jo dijo...

Lili, amiga, no creí que estuvieras leyendo estas líneas, ¡que gusto!