domingo, mayo 21, 2006

Taller 3

Ambientación 2da. parte

Por fin estoy en el Taller, con tantas ganas que tenía de llegar casi se me olvida terminar mi tarea.
Mientras manejaba venía pensando en mi trabajo y me he dado cuenta cuanto han cambiado las cosas desde hace unos días. Antes me encantaba estar ahí, sobre todo al principio. Recuerdo que cuando llegué estaba feliz con la idea de trabajar sin un jefe que me supervisara; con poder oír el radio todo el tiempo y escuchar solamente lo que Y-O Q-U-I-SI-E-R-A, ¡eso era genial! también me agradaba el mantener todo en orden y bien acomodado en su lugar, perfectamente apiladas las carnes, de la más grande a la más chica y hasta por colores. ¡Que va! ¡por tonos! todo se tenía que ver perfecto.
También la idea de conocer a los clientes era buena, sobre todo a las clientas ¿cómo olvidar esas citas después del trabajo? y de las charlas con los clientes ¿qué decir? fueron buenas hasta que todo se volvió monótono y cotidiano, repetitivo. Siempre la misma charla, siempre la misma gente; nomás de verlos ya se que van a pedir: "me da medio de bistec y un cuartito de chorizo..." como la latosa de Doña Zulema ¡guacala! ¡que enfado seguir ahí!
Cortar la carne era peligroso pero me mantenía entretenido pues tenía que estar atento. Además, me sentía importante al ver lo capaz que era con eso.
Ahora por fin estoy haciendo algo que me gusta. Tal vez un día llegue a ser escritor. Aquí si se puede respirar aire puro, me siento libre nuevamente. El compartir la mesa con otras personas que piensan da gusto; sólo me queda la duda si los escritores en verdad serán libres, a lo mejor y no...pero, bueno, aunque sea se ve interesante. ¡chin... y la tarea!
Otra vez se me olvido.

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