miércoles, mayo 02, 2007

La Ruta de los Sueños XXXI

El Orloj en la plaza de la ciudad antigua
Ya por la tarde, mientras iba hacia el río y los puentes que se levantan sobre él, al atravesar por el centro de Praga, me encontré con una incesante serie de bellos edificios a los cuales fui tomando fotografías uno tras otro.
No paré de buscar nuevos objetivos hasta que me topé con una bella plaza. La plaza se llama Staromětske náměsti, o de la ciudad antigua, en ella encontré una bella catedral, que es la estructura gótica más bella de Praga, conocida como la iglesia de Nuestra Señora de Tŷn, misma que fue construida entre los siglos XIV y XVI; me detuve frente a ella y cuando estaba curioseando su fachada, descubrí un monumento a la izquierda, en el centro de la plaza, muy grande y según descubrí, diseñado por Jan Hus, con el que se conmemora a los 27 señores que murieron defendiendo a su patria en 1621.
La historia señala que en ese año los checos perdieron su independencia por segunda vez, a mano de los Habsburgo, que eran parte de la Santa Alianza (de países católicos) y los derrotaron en la batalla de la Montaña Blanca, (donde cuenta la leyenda aún descansan los defensores de la república, quienes saldrán a defenderla cuando esté nuevamente en peligro) al final ejecutaron a los lideres en el centro de la plaza. Leo también que por esa plaza han pasado invasores españoles, italianos, austriacos, alemanes y rusos, por lo que creo, sin temor a equivocarme, que por esa plaza ha pasado la historia del mundo.
Caminé después por los límites de la plaza, tomando fotos en casi todas direcciones, la verdad, todo valía ser fotografiado. Encontré allí carruajes tirados por caballos que pasean a los turistas por la ciudad y atrás de otra iglesia que está en la misma plaza, sobre la banqueta, hay pequeños locales donde se pueden adquirir toda clase de recuerdos u otras cosas de utilidad con la característica de ser bonitas y originales del lugar. Como a cien metros de la catedral, justo enfrente, está otra iglesia, un poco más pequeña pero no menos importante ya que en su costado izquierdo, bajo la alta torre de estilo gótico se encuentra una de las maravillas de la ciudad, el bello Orloj, el reloj más famoso de la república Checa. El cual es verdaderamente increíble. Me acerqué y me quedé un rato admirando ese viejo cronómetro que desde hace ya más de 500 años da la hora, embelesado en sus colores y sus brillos, tratando de comprender su complejo funcionamiento, en el que no sólo se puede leer la hora sino además indica los signos zodiacales. Según la historia, cuando se invento la gente pensó que su inventor había hecho pacto con el diablo, por lo que lo quisieron destruir y a su inventor le arrancaron los ojos para que no lo pudiese arreglar. Dicen que después de diez años de trabajar a ciegas, con la ayuda de su hijo, consiguió repararlo y hasta nuestros días es un orgullo de Praga.

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