jueves, agosto 24, 2006

Fin de una Etapa

Hace unos días me invitaron a una carne asada en la casa de la familia de un amigo mío, en realidad ahí todos son amigos y de toda la vida se puede decir. Estaba feliz, disfrutando de carne jugosa y ricos frijoles con tortillas de harina, deitando mi paladar y dando gusto a mi glotonería cuando se me acercó la hermana de mi amigo, me dijo que había llegado un papel para mí, casi me atraganto, la comida se me atoró en la garganta, ya no pude disfrutar de aquella cena tan deliciosa. No era para menos, había estado esperando este documento desde hacia muchos meses, poco después me lo dió. Venía dentro de un sobre Manila, había cinco hojas dentro, todos oficios y copias de acuerdo, los hojeé rápidamente y me encontré con que en el Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia del Trabajo habían dictado una resolución, que decía, con letras mayúsculas y subrayado:

SE DESECHA POR NOTORIAMENTE IMPROCEDENTE LA DEMANDA DE AMPARO

Se me hizo un nudo en la garganta, la comida dejó de circular por mis intestinos, se detuvo. Sentí que no sabía que era. Aún no lo sé, creo que tendré que pensar aún mucho tiempo para poderlo entender. Lo que sé es que, de manera oficial, se acabo una etapa de mi vida. Se acabaron con ella muchas cosas que creía posibles y eso me duele.

Se que pocos saben de lo que habló y aún menos entenderían de que se trata, es una historia muy larga que poco a poco iré destejiendo para que no quede en el olvido, ni se me olvide.

Una de las cosas que más me sorprende es que hayan pasado tantas cosas alrededor de esta historia. Ocurrieron tantos hechos que fueron guiando las cosas para que prácticamente todo ocurriera como ocurrió. Fueron tal vez demasiadas coincidencias raramente entrelazadas, demasiado difíciles de entender. Yo me pregunto ¿Qué caso tuvo de que todo esto ocurriera? ¿A quien pudo haber beneficiado una cosa así? Y sin embargo, si puedo decir a cuantos perjudicó, no sólo fue a mí, eso es claro, también perjudicó a quienes no lo merecían o mejor dicho, a quienes nada tenían que ver. De hecho creo que en un principio ni yo tenía que ver en esta serie de hechos que se venían sobre mí.

¿A dónde me llevará este resultado? No lo sé, lo que si puedo percibir es a donde no me llevará pues a donde yo quería ir no será.

Una cosa si queda clara: ya me debo de ir preparando para esta próxima etapa de mi vida que, sin duda, será muy diferente a todas las anteriores.

¡Un momento! ¿Y si no dejo que termine aún? ¿Si alargo o revuelvo las etapas? No hay nada escrito así que puedo hacer lo que se me pegue la gana, ya veremos de que soy capaz.

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