Por esta gran lección,
por fin vamos a entender todos,
de Tijuana hasta Cabo de Hornos,
que usar drogas y vivir en la adicción,
no trae nada bueno, irreversible el cagadero.
Que ser fanfarrón, payaso y majadero,
con mal gusto y dizque con dinero,
no te hace rico, ni famoso, sino culero.
Que traer pistola no es tener grandes los güevos,
sino llevar el culo en la mano, como los güeros,
que por cada bala que tiras,
un tiro en el pie te das.
Pero eso tu ya lo sabías,
solo un corrido querías.
Un corrido y nada más,
para entrar en la historia de México,
para ser un súperman, con éxito.
Un corrido para morir en paz, envuelto en una toalla.
Un corrido que no podrás escuchar en el más allá.
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