El fin de la semana ha llegado,
la primera como poeta ha terminado.
Hora de relajarse,
el saldo es favorable,
y el estrés, indomable,
comienza a desquebrajarse.
Tuve que chingarle más de lo normal,
por el día cumplir con mis obligaciones,
jardín de niños, acudir al festival;
Como padre, regresar con pan,
sacar a pasear al perro, horarios de oficina,
en el trabajo, excepciones no me dan;
Se le acabó el pañal al niño,
comprar mandado, lavar el carro,
¿Qué comemos hoy en la noche, cariño?
y antes de dormir,
por las noches,
soy esposo: cumplir;
Tomar entonces tiempo,
para escribir versos,
y lo mágico de todo esto:
Entre más rimas salen de mi cabeza,
más atención presto a la vida
y más intensa se vuelve ésta.
Ahora sí,
a celebrar el fin de semana,
guardo mi katana,
me dejo llevar al calor,
nada mejor que el amor:
“Viernes de Venus”
Bajo tres árboles hice el amor,
ese tipo de amor intenso,
ese arrebato tan sútil como inmenso;
ahí quedé contagiado del placer del Universo.
Tuve en mis manos a Saturno, Urano y Plutón,
mis manos recorrieron tu expuesta constelación,
Venus y Marte se conocieron, hicieron el amor,
y en la Tierra la pasión descubrieron, sentimiento redentor.
La Luna fue testigo,
Mercurio el mensajero,
Neptuno se entregó;
Venus se empina,
Marte en la cima,
Jupiter deshoja la flor,
todo rima si hay amor.
Uuuüüüüüüyyyyyyyyy!!!
Día de "France at home"