Ayer cumplí un año en Alemania y lo celebre de una manera muy especial:
Con un biberón en la mano y
mi pequeña hija recostada sobre el brazo;
éste, a pesar de haber sido uno
de los años más díficiles que he vivido,
también ha sido el mejor de todos.
Las buenas historias no son rosas.
domingo, mayo 18, 2008
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2 comentarios:
te felicito por este año y por la manera en que piensas, en efecto, las mejores historias no son rosas, te quiero pero no te extraño porque se de ti a diario. Alberto
Gracias hermano, ¡Es un placer saber que estas ahí, gracias!
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