lunes, agosto 22, 2011

Reconociendo a Morrisey

Every day is like Sunday

Hace unos días, como rara vez, me atacaba el estrés.
Ese día un amigo pasó a visitarme y notó mis molestias.
Pensando ayudarme, pusó en mi mochila cuatro mil melodías,
que estaban guardadas en diez discos de eme pe tres.

Comencé a explorarlos, buscando poder relajarme.
Pasado un rato me di cuenta: ya no me sentía tan mal.

En su colección encontré algo precioso.
Una música que había escuchado antes,
pero no con tanta atención, disfrutando, con gozo.

Eran todos los discos de Morrisey,
Que según mis recuerdos, antes me enfadaba,
Pero ahora me doy cuenta: ¡Qué pendejo estaba!

The more you ignore me
The closer I get
Your wasting your time.
Y el amigo eras tú, piche Gera!
Escrito en Tijuana, en los tiempos de mi despedida de la frontera.

domingo, agosto 21, 2011

Apertura 2011

Homenaje

Puedo citar a los autores más grandes esta noche.

Citar por ejemplo: Dio un golpe seco contra la tierra
y se fue desmoronando como si fuera un montón de piedras. Decir quien escribió eso y cuando.
Muchos autores me han influenciado.

Si escribo, escribo inspirado por ellos.
Yo leí sus libros pero también los he olvidado.
Están en mi, pero para crear algo nuevo.

No para escribir sobre ellos, ni vivir en el pasado.

El tiempo es una línea recta y uno debe de vivir cada día

en una vida nueva.

Reinventarse, liberarse, poco a poco, avanzar.

Este es un homenaje a todos ellos.

A los que me han marcado.

Puedo citar a los más grandes está noche.

Parafrasear al que escribió:
“...y todo lo que pudo ver fue la cima cuadrada del Kilimanjaro, ancha como el mundo entero, gigantesca, alta e increíblemente blanca como el Sol. Entonces supo que era allí a donde iba.

Sentirme con ello heredero de su legado.

Aunque yo no tenga nada que ver con él

y menos él conmigo.

Sin embargo, yo les rindó homenaje a ellos.

En especial a uno que es grande.

Que me despertó del sueño de no escribir.

Quiero mostrar mis respeto a un americano.
De los estados unidos, sí, da igual de donde sea.
Lo que importa es el cómo trabajó.

Que para eso vinó el hombre al mundo.

Este es alguien que escribió:
Anselm Holland llegó a Jefferson hace muchos años. De donde, nadie lo sabía. Pero era joven entonces, y un hombre de buenas dotes, o por lo menos de buena presencia, porque antes de que hubieran transcurrido tres años estaba casado con la única hija de un hombre que poseía...

Esto está escrito en un pequeño librito que leí en año nuevo y que no pude leer de un tirón porque tuve que irme a celebrar la entrada del año. Pero tan pronto abrí los ojos, ya en 2011, no paré hasta el final. Me contó una historia que me recordó como cuentan historias los negros. Que te cuentan algo sin parar de hablar hasta que se tienen que despedir.
La diferencia fue que al llegar al final yo aun quería seguir escuchando más de esta historia.