domingo, mayo 25, 2008

La rabia en forma de libro

De pronto cayó en mis manos, no creo haber sabido que existía pero tan pronto lo miré ya lo deseaba. Las primeras páginas me parecieron un palmazo de prefacios enredados donde el autor, sabiéndose consagrado en hilar historias llenas de magia, le echó, como decimos en México, mucha salsa a sus tacos, ya que la historia al inicio me pareció un legajo de palabras floridas pero empalagosas y hasta asfixiantes; el relato, aunque buscaba tomar rumbo, no lograba deshacerse de ese preámbulo donde casi matando lo que nos iba a contar, el escritor nos dijo cómo nació la novela.

Así iba la historia, un tanto apelmazada hasta que apareció la figura de un caballero de esos que parece sólo existen en los libros, se trataba de un tal Cayetano Delaura, con él la narración tomó la forma que debía, subieron las pasiones y el entendimiento y nos llevo hasta una encrucijada en la que nadie salió bien librado, ni siquiera él mismo. Y todo lo narrado se acomodó como si tratase de una profecía que debía que cumplirse, cueste lo que cueste. Esta novela será un libro respetado en mi librero y del autor seguiré hablando bien eternamente, me han dejado una muy grata experiencia.

Puede ser que si leyera de nuevo la novela entendería mejor todo su trama y seguramente, como siempre pasa, descubriría cosas nuevas; tal vez lograría atar algunos cabos sueltos y me enamoraría más de esa forma de narrar pero la historia ya le digerí y al final, como siempre sucede con García Márquez, quedé con un muy buen sabor de boca que vale la pena preservar.

domingo, mayo 18, 2008

17 de mayo

Ayer cumplí un año en Alemania y lo celebre de una manera muy especial:

Con un biberón en la mano y
mi pequeña hija recostada sobre el brazo;
éste, a pesar de haber sido uno
de los años más díficiles que he vivido,
también ha sido el mejor de todos.
Las buenas historias no son rosas.