lunes, noviembre 26, 2007

Natalia

Amanecieron en un cuarto amplío y de paredes blancas. El, aún desnudo, se levantó y abrió las ventanas, pues aunque el aire aún conservaba una agradable tibieza estaba cargado de olor a sudor. Los rayos del sol se metían por la ventana cuando ella despertó, la luz reflejada sobre las paredes era intensa y se tuvo que proteger con las sabanas que habían caído al lado de la cama; ella sintió la brisa fresca rozar su piel descubierta y oyó el sonido de las olas rompiendo suavemente en la playa; ese sonido era tan suave que posiblemente se hubiese quedado dormida de nuevo a no ser por las manos de Rogelio, que de nuevo comenzaron a tocarla, aunque ahora suavemente, como se tocan los cabellos de una niña, porque así era como él la consideraba; para él, ella no era más que una niña de ojos grandes metida en un cuerpo de mujer.

Sobre las paredes se habían dibujado extrañas figuras con los reflejos de la pistola cromada que él dejó sobre el buró; era una pistola escuadra, grande y pesada, que él sólo usaba para trabajar.

Rogelio amaba a Natalia; Aunque sabía que nunca podría tener nada más con ella, la amaba y la deseaba y a momentos pensaba que era por ella por lo único que quería seguir viviendo, porque estando a su lado olvidaba lo que cargaba en la conciencia y por eso quería que esa relación no terminara nunca, aunque luego se casara y tuviera hijos y amara a su esposa y a sus hijos, de todos modos quería seguir viendo a Natalia de vez en cuando, para amarla y protegerla con sus brazos y saber siempre que ella estaba bien.

Aunque ambos sabían que los dos estaban despiertos, se quedaron un rato en silencio, con la mirada fija uno sobre el otro pero sin verse a los ojos, tan sólo sintiendo el latir de sus corazones. Natalia disfrutaba ciegamente cada momento junto a él, le gustaba sentir con sus mejillas la tibieza y la firmeza de su cuerpo, lo disfrutaba como había disfrutado casi cada momento de su vida, aunque viviera haciendo cosas malas. Rogelio disfrutaba verla a ella, tan frágil y llena de gracia, irradiando felicidad y contagiándolo a él de alegría.

Rogelio, cuando dejaba de estar excitado, se preguntaba como era posible que una mujer como Natalia viviera así. Cómo poseyendo esa belleza y ese carisma pudiese merecer esa vida. Y como lo había hecho en otras ocasiones, abordó el tema sin reservas y preguntó:

― Dime, Natalia ¿por qué te convertiste en prostituta?

Ella sostuvo la respiración, abrió los ojos lo más que pudo, como para acabar de despertar y contestó con un tono de reproche:

― ¡Rogelio! ¿Por qué siempre eres tan directo? Ya te he dicho que no sé, que no me digas prostituta porque duele y que no eches a perder estos momentos junto a ti, que son lo que más disfruto en la vida.

Rogelio, que acariciaba los ondulados y oscuros cabellos de Natalia, le dijo:

― ¡Pero que fácil sales del atolladero! ¿Sabes? A veces te admiro, porque eres una mujer que ve todo tan sencillo y jamás te metes en complicaciones para decir las cosas. Una sola palabra te definiría: eres práctica.

― No, no soy práctica ― le dijo ― soy fácil, eso soy y no lo debo negar pero no quiero hablar de eso porque duele.

― Sí te duele es porque no eres feliz siendo así.

― ¡No, te equivocas!

― ¿Qué? ¿No me digas que te sientes feliz siendo una puta?

― No, lo que quiero decir es que sería feliz siendo como sea que fuera, lo que me duele es recordar y saber que he actuado mal y que no lo puedo remediar.

Rogelio tomó a Natalia por uno de sus hombros y la hizo voltear para verle a los ojos, tan grandes y bellos para él, que lo embelesaban:

― ¿Qué es lo que no puedes remediar? ¡Dime! ¿O acaso no me tienes confianza?

Natalia huyó a la mirada, se hizo bolita a mitad de la cama y colocó su barbilla sobre las piernas de Rogelio, luego contestó:

― Sabes que si te tengo confianza, que eres la única persona a la que le tengo confianza, pero sé que si comienzo a recordar y buscar una respuesta a todo esto terminaré llorando y no quiero que me veas así, porque al llorar soy fea y no me gusta que me veas fea. Por que luego ya no te voy a gustar y te voy a perder y luego voy a llorar más y voy a ser más fea.

― Ya no digas más, ¡Anda! tu me gustas de cualquier manera, pero creo que te debes empezar a desahogar, porque sólo así te sentirás bien y a lo mejor te puedo ayudar a encontrar la manera de que remedies lo que dices que ya no puedes remediar.

― Bueno, Querido, creo que sí te puedo contar un poco y hasta me serviría saber que piensas pero antes debemos de salir a caminar un rato por la playa, sirve que así nos da mucha hambre antes de ir a desayunar.

Rogelio aceptó, se pusieron ropas ligeras, sandalias y luego bajaron por las escaleras que llegaban hasta la playa, ahí se descalzaron y caminaron sobre la fresca arena de la mañana. La playa no era muy larga pero era ancha, en extremos había pequeños acantilados que la separaban de las otras playas de la costa, lo cual la hacia poco transitada e ideal para parejas de enamorados como ellos, aunque tal vez no estuvieran tan enamorados y, a la vez, por ser amantes, fueran algo más que una simple pareja. Primero caminaron hacia el lado donde salía el sol y luego se subieron entre las piedras en las que rompían las olas y buscaron cangrejos escondidos.

― ¡Anda, cuéntame eso que ibas a contarme! ―dijo Rogelio cuando regresaban.

Natalia bajo la mirada y la dejó estática para recordar.

― Hace muchos años, cuando mi papá y mi mamá se casaron, eran una pareja feliz, o por lo menos así se veía en las fotos, mi padre era muy guapo y mi madre era como yo…o más bien, yo me parezco mucho a como mi mamá fue entonces, pero ella era mucho más bonita, luego me tuvieron a mí y al parecer vivieron algunos años satisfechos hasta que a mi padre lo mandaron a trabajar a otro país y tardó mucho en regresar. Mamá se había descuidado y engordado, por lo que creo mi padre no sentía mucho interés en volver, él nos mandaba dinero más o menos de forma regular y con eso creía estar cumpliendo. Yo estaba muy chiquita así que me es imposible recordar, pero si me acuerdo que de pronto ya no volví a mirar a mi mamá y luego mi papá regresó y se dio cuenta que mi madre se había ido con otro y le contaron que ella había andado con otros hombres por despecho luego de enterarse que él tenía otra familia en el extranjero y no pensaba regresar. Mi padre se fue de nuevo y me dejó encargada con una tía, sólo siguió mandando dinero hasta que un día regresó y me llevó a vivir con él. Yo siempre fui rebelde y crecí peleándome con mi papá, reprochándole por habernos dejado solas y siempre con la idea de que no me quería, por eso luego me fui a vivir de la casa y anduve de arriba para abajo, de vez en cuando regresaba con mi tía y raras veces lo visitaba a él. Así pasaron varios años y un día en que pasé a verlo lo encontré muy mal de salud, me preguntó acerca de mi vida, entonces me dijo que ya sabía en lo que andaba y me contó muchas cosas que no sabía, de todo lo que ahora te estoy contando, y me dio instrucciones de que hacer si el moría. Yo no le presté atención, no quería escuchar malas noticias, lo mío eran las fiestas o cualquier otra cosa que me pusiera alegre, no quería oír más cosas tristes, por eso no le hice caso, pensé que luego se compondría y me fui. A los meses regresé a visitarlo, ni me acordaba que estaba enfermo, la vida descontrolada de ese tiempo me absorbía. Entonces me dijeron que había muerto y no supe siquiera donde lo habían enterrado, un vecino me entregó una cajita abierta, que dicen que él dejó para mí, estaba medio vacía, se notaba que la habían esculcado. Hay encontré una carta en la que mi padre me decía que hacer con los bienes que el tenía y como usarlos para salir adelante pero no estaban los papeles, el vecino no me supo dar razón, me dijo que muchos la vieron y no sabían que hacer con ella, ni a quien llamar y anduvo de mano en mano. Tampoco pude encontrar las cosas de valor que mencionó en la carta. Nada, todo se perdió. Me sentí como una estúpida, más de lo que ya era. En la carta mi padre me dijo algo que me dolió mucho, porque era lo mismo que yo sentía, pero no sabía como explicármelo…

Ambos caminaban con la mirada clavada en la arena mojada, el bello paisaje que los rodeaba había quedado muy distante, ahora ambos estaban lejos, en los rincones de la soledad que dejaron los recuerdos de Natalia.

Ella empezó a llorar, se detuvo y se recargó en Rogelio, quien la había descubierto trabajando en una casa de citas de donde la sacó una noche y la llevó a su casa, para admirarla y hacerle el amor.

Natalia prosiguió: Mi padre escribió que conmigo había pagado sus pecados y me dijo que eso lo aceptaba, que tal vez se lo merecía, pero no aceptaba que yo llevara una vida así por su culpa. Me pidió que enderezara mi camino, que yo no tenía por que pagar por lo que no hice, que no me dejara arrastrar por la corriente de mierda, que eso no me llevaría a ningún lado más que al infierno, porque, según él, el infierno si existe, está en la cabeza de uno y cuando se envejece, es en lo último que vivimos, en el infierno de recuerdos que guardamos.

Después de un momento se percataron que tenían los pies metidos en el agua, la marea comenzaba a subir. Rogelio la abrazaba y Natalia no quería irse de ahí, en los brazos de aquel hombre se sentía protegida pero sobre todo, comprendida. Además, ambos sabían que daba igual, la hora del desayuno ya había pasado.

Mientras Natalia humedecía con lágrimas la guayabera blanca de Rogelio, él tenía otros pensamientos que la unían más a ella; pensaba en lo parecidos que eran sus pasados y sus vidas y se preguntaba qué hubiese respondido si ella le hubiese hecho la misma pregunta sobre su profesión. Y cavilaba si valdría la pena sacar a esa mujer de esa vida porque, según veía, ella no había hecho otra cosa que pagar por los errores de sus padres y si ella cometió errores, era mejor dejarlos en el pasado, donde ya estaban, el tampoco era un santo ni estaba limpio de pecado. Más bien pensaba que tal vez estaban hechos el uno para el otro y que, tal vez, ella podría ser la madre de los hijos que un día él quería tener.

martes, noviembre 20, 2007

Si tu amor perdura

Cuando mi corazón deje de latir

y mi mente de pensar;

El día que mi piel no sienta ya dolor,

ni haya más que lamentar;

Entonces sabré lo que siempre he querido,

que es saber si por tu amor perdido,

valía la pena llorar.

sábado, noviembre 10, 2007

La Ruta de los Sueños XL

Una pequeña incursión profesional

En uno de mis paseos por la ciudad me decidí a visitar la biblioteca de la Otto von Guericke Universität. Busqué libros en español pero no dí con ellos; es claro que moverse en una biblioteca tan grande, llena de alemanes y sin hablar alemán no es cosa fácil, sobre todo si uno no tiene negocio por ahí. Sin embargo, de pronto me encontré con el área de libros de Derecho. Lógicamente, atraído por saber acerca del área para la cual me preparé como profesionista, me puse a indagar entre los altos y largos paneles de libros que llenan los tres pisos de la moderna biblioteca. Entre otras obras de gran valor, me encontré con uno que particularmente llamó mi atención, se trataba de un libro títulado German Legal Sistem and Laws (Sistema Jurídico Alemán y sus Leyes), Nigel Foster & Satish Sule, Oxford, 2005, en el cual se analizan prácticamente todas las ramas del derecho alemán; llamaron mi atención algunos aspectos como lo es el derecho alemán frente a la Unión Europea, el derecho alemán durante el periodo en que el país cayó en manos del nacionalsocialismo y, debido a mi posición de recién egresado de la carrera de leyes, el capítulo titulado Legal Education and Legal Personel (Educación Legal y Personal Jurídico) capítulo que me pareció verdaderamente interesante por lo que se me fue el tiempo sin notarlo y al final me percaté que tenía ya buena cantidad de apuntes que no quise desperdiciar y me traje para transcribir los que me parecen más importantes al español y poder enriquecer así esta memoria de lo que voy descubriendo a mi paso por este país.
En el capítulo descrito descubrí que en Alemania un Volljurist es aquella persona que está capacitada en todas las principales ramas de las leyes y el sistema jurídico, es decir, alguien que es capaz de trabajar en cualquier ámbito del Derecho. (Voll traducido al español es completo o pleno y jurist se entiende como jurista/abogado, entonces resulta lógico ya que viene a ser algo así como abogado/jurista completo o pleno)
El libro, por ser una obra inglesa, destaca que en la tradición jurídica alemana, desde la enseñanza en las escuelas hasta la aplicación de la ley; existe poca relevancia en cuanto al caso legal que se atiende, en cambio, el énfasis se concentra en la letra de la ley, algo que en los países latinos no tendría mayor relevancia pues en ellos se sigue el modelo jurídico romano-germánico que no es otra cosa que un sistema legal en el cual la norma se elabora inicialmente y se aplica posteriormente a los problemas que en la práctica se presentan, de ahí que para los ingleses, que tienen otra tradición legal, sea importante aclarar el punto.
Según esta obra en Alemania no es fácil llegar a ser abogado, para ello hay que hacer una buena cantidad de exámenes y no todos logran pasarlos. Por ejemplo, dan un estimado de que por cada 15,000 alumnos que cada año comienzan sus estudios sólo logran pasar los primeros exámenes alrededor de 12,000 y citan como ejemplo lo ocurrido en 1999, cuando de 17,023 candidatos a alumnos lograron pasar alrededor de 71% de ellos pues fueron 12,099 los que llegaron a ser alumnos.
Después de cumplir con el plan de estudios los alumnos tendrán que realizar dos exámenes profesionales; el Referendarexamen (que es el primer examen profesional) tras el cual los alumnos que lo aprueban pasan a ser Referendaren. En el periodo entre el primer y el segundo exámen profesional, los alumnos tienen el estatus de servidores sociales y cuentan con un pago estatal durante un periodo de entrenamiento. Este periodo es de dos años, que a su vez se conforma de cuatro etapas que van de tres a nueve meses en los cuales se desarrollan actividades bajo la supervisión de tres supervisores.
Obtener estos lugares tampoco es fácil, ya que si hay excesivo número de candidatos para los puestos ofrecidos por el estado, entonces los candidatos son elegidos de acuerdo a los siguientes criterios:
― Resultados de los exámenes
― Tiempo en espera
― Consideraciones sociales (para el caso de personas con hijos o con incapacidades físicas, etc.)
En este periodo los Referendaren pueden ser enviados a alguno de los siguientes lugares:
- Una Corte Regular de Jurisdicción Civil
- Una Corte Criminal
- Un Fiscal
- Una Autoridad Pública 
- Una oficina de Abogados
Además, los candidatos deberán de cumplir con un periodo de entre cuatro a seis meses adquiriendo experiencia en un lugar de su elección, pudiendo ser alguno de los siguientes:
- Una Dependencia Pública
- Un Notario
- Un Institución Financiera
- Una Empresa Privada
- Un Ente con jurisdicción
Durante todo este tiempo tendrá supervisión de la autoridad educativa, de las autoridades administrativas para las cuales se desempeñe y de una persona de la barra de abogados.
Después de cumplir con ese periodo de capacitación práctica, los alumnos tienen la oportunidad de regresar a su escuela para prepararse para su segundo examen profesional.
Estos exámenes se conforman de hasta doce exámenes de entre tres a ocho horas de duración, principalmente escritos aunque también se incluyen exámenes orales. La forma y contenido varían según el Estado y la escuela. De esos segundos exámenes se tiene registro que normalmente 13% de los alumnos fracasan en su primer intento. Entonces se puede volver a realizar el examen una sola vez, incluso si se paso a la primera oportunidad pero se quiere mejorar en el resultado.
Después de pasar este segundo examen el alumno podrá ser considerado Volljurist y puede seguir cualquiera de las ramas del derecho que elija.
El capítulo se termina describiendo una serie de críticas al sistema educativo jurídico alemán en los siguientes términos:
La educación jurídica alemana ha sido por mucho tiempo criticada por lo estricta y larga que resulta pues muchos alumnos tienen que trabajar medio tiempo para poder realizar los entrenamientos y terminan la carrera con un promedio de 28 años, el cual resulta muy alto en comparación con los demás países europeos.
El hecho es que en algunas universidades alemanas en 90% de los estudiantes se ven forzados a pagar un instructor privado para poder contar con tutorías (repetitorium, en alemán, palabra tomada del latín) hasta por 18 meses y poder tener así mejores posibilidades de éxito en los exámenes debido a que sienten que la universidad no les ha dado la educación requerida.
La educación de las universidades es considerada como demasiado larga, demasiado general y carente de especialización en alguna de las ramas del derecho. (Al leer aquello último me sentí definitivamente familiarizado con el tema y no pude evitar recordar mi H. Facultad en la UABC y sus egresados.)